Europa llama otra vez.
1986 trae para Salazar un nuevo desafío, la F-3.000, categoría que había nacido apenas un año antes como reemplazo de la desaparecida F-2, tras recibir un ofrecimiento de John McDonald para conducir el coche RAM de su escudería. El debut fue en Vallelunga con un undécimo puesto, luego vendrían Pau y Bélgica sin mayor fortuna, aunque sí la tuvo en Imola cuando el auto de Jeff McPherson le pasó por encima de la cabeza, incluso rosándole el casco, pero sin mayores consecuencias para los pilotos.
Posteriormente surgió un ofrecimiento de Eddie Jordan para que Eliseo guíara uno de sus coches, cuando estaba listo en el equipo del irlandés se abrió la puerta para firmar en Lola Motorsport al recibir un llamado de Jean Mosnier, entonces Salazar se decidió por esta oportunidad. Con un debut notable del chileno que terminó cuarto en la primera carrera con Lola, la cual fue suspendidia por lluvia, y en donde además realizó el récord de vuelta superando a su coequipo Pascal Fabre. Fue su mejor actuación del año, que le valió elogios del propio Nigel Mansell que las oficiaba de comentarista para una cadena de televisión.
En la temporada de 1987 comenzó en el equipo Bromley Motorsports conduciendo un coche Ralt equipado con un motor Cosworth. Eliseo no consiguió resultados positivos y a mediados de temporada encontró otra butaca en un March del equipo Cobra Motorsports. Para final de año defendió al equipo italiano Genoa Racing, escuadra que ostentaba el título de la categoría con el italiano Iván Capelli.
Eliseo cumplía una década en circuitos internacionales y las tres temporadas siguientes participaría de la categoría Sports Prototipos, ganando su clase en los 1.000 kms. de Fuji junto al danés Thorkild Thyrring en 1988 y consiguiendo un 8º lugar en las 24 Horas de Le Mans para el equipo oficial Jaguar en 1989.
Al menos una mención aparte merece el capítulo vivido en las 24 Horas de Le Mans de 1990, Salazar estaba dentro del equipo que iba ganando la carrera, cuando recibió órdenes de Jaguar para ceder su lugar a Martín Brundle, la decisión movida por intereses ajenos a los deportivos, privó al chileno de una victoria en la clásica competencia. Aunque este hecho le valió, como consuelo, recibir el premio "Sportsman of the year" (Deportista del año) entregado por la prestigiosa revista inglesa "Autosport".
Luego de su paso por los prototipos y de la desilusión que resultó ser para el piloto aquel episodio en Le Mans, Salazar se dedicó a otra labores fuera del mundo del deporte, entre ellas ser presentador en programas televisivos. Sin embargo, la Feria del Automóvil de Frankfurt de 1993 cambió el rumbo de Salazar. Allí Eliseo conoció a Gianpiero Moretti, que un año después sería su compañero en la World Sport Cars norteamericana, a bordo de un espectacular Ferrari 333 de color rojo. "Fue mi mejor temporada en el automovilismo", reconoce Eliseo. "En siete carreras gané tres, hice tres pole position y en las cuatro restantes ocupé el segundo lugar. Fue un año especial. Intenté el retorno y lo logré plenamente". Esos resultados lo catapultaron a la Indy Car en 1995.
W. Araya C.
Fotos: Deporte Total, Pole Position y El Mercurio
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